La historia trata de una serie de acontecimientos fantásticos que afectará a dos mundos: la Tierra e Idhún. En éste último mundo viven seis razas (sangrecaliente) en relativa armonía: humanos, celestes, féericos, varu, gigantes y los yan. Existen también especies semidivinas: unicornios, dragones y sheks (serpientes aladas). Los sheks (y con ellos los szish, sus fieles aliados), fueron exiliados y casi extintos por los dragones tiempo atrás pero un mago infinitamente poderoso, Ashran el Nigromante, utilizó su magia combinada con la de los dioses para provocar una conjunción astral de los tres soles y tres lunas de Idhún para traer a los sheks de vuelta y exterminar a dragones y unicornios. De este modo, podrá implantar su dominio sobre las seis razas sangrecaliente con ayuda de los sangrefría (szish), ya que una profecía afirmaba que serían un dragón y un unicornio quienes causarían su caída.
La historia girará desde entonces en torno a tres adolescentes llamados Jack, Victoria y Kirtash o Christian. Algunos magos renegados escaparon de la conjunción astral y fueron a la Tierra. Allí fue enviado Kirtash, un frío y eficaz asesino al servicio de Ashran, con el objetivo de acabar con ellos. Jack y Victoria, terrícolas, tratarán de impedirselo unidos a La Resistencia, formada en un principio por el príncipe Alsan de Vanissar y el mago Shail.
Hace un par de semanas que me he acabado Memorias de Idhun, la trilogía (Resistencia, Triada y Panteón) de Laura Gallego. Yo ya me esperaba que fuera más juvenil pero que la trama se base en un trío amoroso de adolescentes me ha pillado con el culo el aire, la verdad… En vez de aprovechar la enjundia de la historia (que la tiene) se dedica a seguir la relación del trio maravilla: ui, que me ha mirado y me sonrojo, ui, espera, que todavía no estoy preparada, ui… Una pena… Tiene más de revista rosa que de novela épica 🙁